El proceso de fabricación de una barrica no empieza en nuestra planta de Navarrete. Comienza desde el mismo bosque en el que crece la madera que luego utilizaremos para la elaboración de nuestras barricas. Solo controlando el proceso desde el principio podremos garantizar la calidad de cada barrica que proporcionamos a cada bodega.
La materia prima es fundamental y, por eso, la trazabilidad es un recurso que aporta excelencia, seguridad y eficiencia en todo el proceso.
Tonelería Murúa tiene proveedores de madera tanto en Europa como en América. Así, la trazabilidad y el control es una constante y como apunta Elena Ceca, CEO de la compañía y cuarta generación: “Dentro de nuestro ADN de empresa consideramos imprescindible asegurarnos la trazabilidad y asegurarnos de que la gestión de los bosques es sostenible”.
Todos los troncos son identificados, se marcan y se catalogan. De esta manera, es posible establecer el origen de la duela, del tronco, de la parcela, del lote y del bosque durante todo el proceso de fabricación de las barricas.
Proceso
La tala de los árboles es una de las primeras partes del proceso y tiene sus peculiaridades. Además, no se puede extraer troncos en determinadas épocas de año por el exceso de nieves. El corte del tronco es significativamente diferente entre el roble americano y el roble francés.
El tronco del roble francés requiere un tratamiento especial. A diferencia del roble americano, el francés posee sus vasos conductores bien comunicados, desde la base del tronco hasta la copa del árbol. Por ello, todas las tablas de roble francés se obtienen mediante la técnica de hendido para garantizar la estanqueidad de la madera.
La trazabilidad de la madera se mantiene en la serrería y, más tarde, en la tonelería. Además, lo podemos certificar con los diferentes organismos encargados de supervisar esta gestión.
Calidad garantizada
La certificación PEFC tiene como objetivo informar al consumidor final del origen de la madera que compra. De esta manera, se potencia la utilización de madera y productos forestales que han sido fabricados respetando el medio ambiente.
El FSC, por su parte, es una organización independiente, no gubernamental, internacional y sin ánimo de lucro creada en 1993, con el objetivo de promover una gestión forestal ambientalmente responsable, socialmente beneficiosa y económicamente viable en los bosques de todo el mundo.
Optimización
Dentro de cada lote, una parte del aprovechamiento maderero se destina a la obtención de duela, pero hay otro porcentaje variable, sólo estimado a priori por la experiencia de los profesionales de la serrería, no apto para fabricar duelas y que tiene un menor valor comercial.
En función de esta estimación, y de la calidad de la madera de duela, es el propio profesional de la serrería el que, guiado por su experiencia, puja por los diferentes lotes de madera.
La utilización de códigos para la identificación de las barricas y los diferentes lotes de madera, permite continuar toda la trazabilidad generada durante el proceso de fabricación de las duelas, originada con el marcado de los troncos en los bosques.